La electrólisis salina, o cloración salina, es una opción cada vez más popular para mantener el agua de las piscinas en perfecto estado. Gracias a un generador de cloro salino, la sal se transforma en cloro, un potente desinfectante que asegura un entorno de baño limpio y seguro. En este artículo, te explicamos cómo funciona la electrólisis salina y por qué podría ser la mejor opción para tu piscina.
¿Cómo Funciona la Electrólisis Salina?
El proceso de electrólisis salina es sencillo y eficaz. Aquí te lo explicamos paso a paso:
1. Incorporación de Sal: Añade una cantidad específica de sal al agua de la piscina (entre 3.000 y 4.000 ppm). Esta concentración es mucho menor que en el agua de mar, asegurando que el agua sigue siendo agradable para los bañistas y no provoca corrosión en los equipos de la piscina.
2. Electrólisis: El agua con sal disuelta circula por el generador de cloro salino, donde se somete a un proceso de electrólisis que produce cloro gaseoso, hidróxido sódico y gas hidrógeno.
3.Cloración: El cloro gaseoso se disuelve en el agua, formando poderosos agentes desinfectantes que mantienen el agua de la piscina libre de bacterias, algas y otros microorganismos.
4. Reconversión: El cloro se convierte de nuevo en iones de cloruro tras reaccionar con los contaminantes del agua, listos para ser reutilizados en el proceso de electrólisis. Así, se mantiene un nivel constante de desinfectante en la piscina.
La electrólisis salina es un proceso cerrado y sostenible, que genera ácido hipocloroso, un potente desinfectante que destruye patógenos y materia orgánica, sin generar gasto de sal y solo a cambio de un pequeño consumo de energía eléctrica.
Beneficios de la Electrólisis Salina
La electrólisis salina para piscinas es un método eficaz y respetuoso con el medio ambiente para mantener el agua de la piscina limpia y segura:
- Niveles de Cloro Controlados: Los sistemas de electrólisis salina mantienen un nivel estable de cloro en el agua, reduciendo el riesgo de irritaciones en la piel y los ojos.
- Reducción del Mantenimiento: Al generar cloro continuamente, disminuye la necesidad de añadir cloro manualmente, lo que ahorra tiempo y esfuerzo.
- Economía a Largo Plazo: A pesar de que la inversión inicial puede ser mayor, los ahorros en cloro y otros productos químicos la hacen más rentable a largo plazo.
- Amigable con el Medio Ambiente: Al no necesitar almacenar ni manipular productos químicos peligrosos para el cloro, se convierte en una opción más sostenible.
¿Cómo Elegir el mejor Clorador Salino para tu Piscina?
Cuando decidas adquirir un clorador salino, ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Tamaño de la Piscina: Elige un clorador con una capacidad 1,5 a 2 veces mayor al volumen de agua de tu piscina para garantizar una producción eficaz de cloro.
- Eficiencia Energética**: Opta por un modelo que tenga funciones de ahorro energético.
- Facilidad de Instalación: Selecciona un sistema fácil de instalar y compatible con el equipamiento de tu piscina.
- Presupuesto: Considera el costo del clorador y elige uno que ofrezca la mejor relación calidad-precio.
- Funciones de Autolimpieza: Un clorador con funciones de autolimpieza reducirá las necesidades de mantenimiento.
- Garantía y Servicio al Cliente: Comprueba la garantía del fabricante y verifica la disponibilidad de servicio de atención al cliente.
- Producción de Cloro: Elige un clorador con una alta capacidad de producción de cloro para maximizar su vida útil y garantizar una reserva suficiente de cloro.
No olvides consultar con un profesional para asegurarte de que eliges el clorador salino más adecuado para tus necesidades.
¿Necesita Mantenimiento el Clorador Salino?
Si, requieren mantenimiento para asegurar su buen funcionamiento y durabilidad, este mantenimiento es sencillo de realizar.
Para mantener tu clorador salino, sigue estos pasos:
- Inspecciona la célula de sal con regularidad, al menos cada dos meses, para determinar si necesita limpieza.
- Limpia la célula de sal eliminando los depósitos minerales y la acumulación de cal. Puedes hacerlo con una mezcla de agua y ácido muriático o con un limpiador especializado para células de sal. Ten cuidado al utilizar soluciones ácidas, ya que pueden ser corrosivas y dañar la célula salina si se usan en exceso.
- Enjuaga la célula salina con agua después de limpiarla para eliminar cualquier resto de sedimentos.
- Mantén niveles adecuados de ácido cianúrico (estabilizador) para reducir la demanda de tu célula salina.
- Mantén el nivel de cloro lo más bajo posible, entre 1,0 y 2,0 ppm.
- Utiliza la función de supercloración sólo cuando sea necesario para eliminar los niveles combinados de cloro.
La principal tarea es limpiar la célula de sal cada dos a seis meses, dependiendo de la dureza del agua, el uso de la piscina y las condiciones del entorno. El mantenimiento adecuado del clorador puede prevenir problemas como la acumulación de calcio, que puede reducir la eficacia de la célula para producir cloro.
Consecuencias de un Mantenimiento Incorrecto del Clorador Salino
- Reducción de la producción de cloro: La acumulación de calcio o sarro en las placas de la célula de sal puede disminuir la eficacia de la célula para producir cloro, lo que provoca un saneamiento insuficiente del agua de la piscina.
- Reducción de la vida útil de la célula de sal: La acumulación excesiva de cal puede dañar permanentemente los revestimientos de las placas de la célula de sal, lo que provoca el fallo de la célula y la necesidad de sustituirla prematuramente.
- Mala calidad del agua: Si el clorador salino no produce suficiente cloro, el agua de la piscina puede enturbiarse, favoreciendo la proliferación de bacterias y algas.
- Corrosión y daños en los componentes de la piscina: Los bajos niveles de cloro debidos a un clorador salino mal mantenido pueden provocar corrosión en partes de la piscina, causando más daños y gastos.
- Aumento de los gastos de mantenimiento: No mantener el clorador salino puede provocar sustituciones más frecuentes de las células y gastos adicionales en reparaciones y mantenimiento de la piscina.
Si no se mantiene correctamente un clorador salino, puede resultar en una reducción de la producción de cloro, una menor vida útil de la célula, deterioro de la calidad del agua, corrosión y daños en los componentes de la piscina, y un aumento en los gastos de mantenimiento. Para evitar estos problemas, es fundamental realizar un mantenimiento regular de la célula de sal, mantener un balance químico del agua adecuado y reemplazar la célula cuando sea necesario.